Un ejemplo de inspiración para muchas personas.
La gente ejercita por varias razones.
Algunos lo hacen por salud o para mantenerse activos, otros para
sentirse cómodos con su propio cuerpo. Pero, ¿ejercitarse para mantenerse vivo? Lo que suena como una extraña e hipotética situación, es la realidad de este entrenador personal irlandés de 25 años.
Cuando tenía 7 años, a Ben Mudge le diagnosticaron una condición genética incurable conocida como fibrosis quística.
La enfermedad afecta principalmente a los pulmones y al sistema
digestivo. Esto dificulta la respiración y mantener un peso saludable. Pacientes como Mudge necesitan tomar medicamentos para que el cuerpo mantenga su buen funcionamiento. Si no lo hiciera, podría tener complicaciones respiratorias y generar insuficiencia cardíaca.
Ben Mudge
Generalmente, la expectativa de vida de las personas que padecen fibrosis quística es de 30 a 40 años. Pero Mudge está trabajando duro para extender su calidad de vida. Ben siempre tuvo problemas con el aumento de peso, por lo que a los 20 años adoptó un exigente calendario de entrenamiento físico.Asiste al gimnasio 5 veces a la semana, lo que le permite mantener su capacidad pulmonar en un 98%, muy poco común en los pacientes con fibrosis quística: “El ejercicio me obliga a usar mis pulmones, lo que me ha ayudado mucho”.